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Variaciones en el flujo vaginal

por Farm. Silvia Esper (Córdoba, Argentina)

Existe cierto desconocimiento sobre este tema al que se suma el pudor de no preguntar por creer erróneamente que las infecciones vaginales se contraen solamente por contacto sexual o por falta de higiene, lo cual no es así.
Esto lleva a menudo a automedicarse con fármacos que no son los indicados para el caso, empeorando el cuadro.

El pH, abreviatura de potencial de hidrógeno, es un valor que mide la concentración de hidrogeniones o iones hidrógeno ( H+), y representa la acidez o alcalinidad de una solución, en la que un valor de 7 es neutro, por debajo de 7 es ácido y por encima de 7 es alcalino.

En condiciones normales, el pH vaginal es ácido, entre 3,8 – 4,2.
Esta acidez crea un entorno hostil para el desarrollo de bacterias (Escherichias provenientes del ano, Gardnerellas, Estreptococos, Estafilococos), de hongos (Candida), de parásitos (Trichomonas) y de virus (HIV, HPV).

El pH vaginal puede aumentar y alcalinizarse en diversas circunstancias, muchas de ellas muy naturales y habituales, como las relaciones sexuales, la ovulación y la menstruación, otros factores como el uso de anticonceptivos orales, anticonceptivos de barrera, tampones, o por condiciones de salud que afectan indirectamente, como diabetes, antibioticoterapia e inmunodepresión.
Este desbalance de la acidez favorece el desarrollo microbiano anormal, produciéndose la infección de la vagina, con la consecuente producción de desechos metabólicos (flujo) y causando molestias como inflamación, irritación, prurito, olor desagradable, dolor, flujo excesivo, etc.

El pH del semen es 7,2 y durante la relación sexual modifica el pH vaginal llevándolo a alrededor de 5.
También en los días previos a la menstruación y durante ésta, el pH vaginal aumenta debido a la variación de los niveles de progesterona, lo que también ocurre durante la ovulación.

El flujo vaginal tiene distintas características según el patógeno que lo provoca, por lo que es de gran utilidad conocer las diferencias y determinar la etiología de la afección, para tratarla adecuadamente.

-Flujo Normal:
pH: 3,8 – 4,2 ; claro, blanquecino, homogéneo, olor suave “sui géneris”

-Flujo provocado por Candida (hongos):
pH: 5,5 – 6,8 ; aspecto de leche cortada, con gránulos, sin olor desagradable, provoca prurito, dispareunia (dolor durante el coito), inflamación, la Candida se adhiere a las paredes como ventosas y erosiona el epitelio vaginal.

-Flujo provocado por Trichomonas (parásitos):

pH: 5 – 6 ; flujo espumoso, amarillento sucio, olor a huevo podrido, decolora la ropa interior de algodón, hay prurito, mucho dolor y dispareunia, la sangre menstrual tiene olor penetrante.

-Flujo provocado por Gardnerella (bacterias):

pH: 5,8 – 8,5 ; abundante, homogéneo, verdoso, olor fuerte a pescado, también decolora la ropa interior de algodón y la sangre menstrual tiene olor penetrante, pero no hay prurito, no produce inflamación, ni dolor ni dispareunia.

Higiene de la vulva

Una correcta higiene es la que mantiene el pH adecuado de la vulva (aproximadamente 4) y de la piel (aproximadamente 5), para evitar el desarrollo de patógenos.
Es por esta razón que es muy importante la adecuada higiene de la vulva posterior al coito, para impedir la alcalinización por el semen, espermicidas de profilácticos, lubricantes, u otros compuestos químicos usados durante el acto sexual, y también durante la menstruación, con cada cambio de apósito o tampón.
Las duchas vaginales no están aconsejadas.
Sólo debe higienizarse la vulva, secar cuidadosamente y evitar el uso de prendas sintéticas, perfumes, desodorantes, limitar el uso de tampones, y en caso de necesitar usarlos, que no sea por períodos de más de 4 horas.

El uso de cualquier jabón para la higiene íntima no está recomendado, pero si se va a usar uno, que sea del pH adecuado y que no tenga desodorante, ni colorante, ni perfume.

Una simple medición del pH de jabones de uso común, utilizando tiras reactivas de papel, arrojó los siguientes resultados:

jabón blanco de lavar: pH=8
(la tira reactiva viró al verde)

jabón de tocador con “1/4 de crema humectante”: pH=5
(la tira reactiva viró al naranja claro)

jabón de tocador común: pH=9
(la tira reactiva viró al verde más oscuro)

jabón líquido para la higiene íntima: pH=4

Los jabones más alcalinos pueden afectar el pH 4 ácido de vulva y vagina y también alterar el manto ácido de pH 5 que tiene normalmente la piel y que es la principal barrera de defensa de nuestro cuerpo.
Si el pH vaginal se alteró por el desarrollo de patógenos, es recomendable lavar la vulva con una solución de 2 ó 3 cucharadas de vinagre blanco en 1 litro de agua para ayudar a recomponer el pH ácido.
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Afecciones de frecuente consulta en la oficina de farmacia

Definición, clínica, diagnóstico, etiología, prevención, tratamiento, rol del farmacéutico y cuándo derivar al médico.